sábado, 10 de octubre de 2009

Noche 4. punto de inflexión

Abrís la puerta de tu casa sin esperar encontrarte, pero la acción libera el desenlace. Abrís la puerta en un acto entero y frente a tus ojos espejo de un océano mar rojo. Rojo como la sangre de los animales, pensás. Quiero decir pienso.

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